miércoles, 19 de marzo de 2014

¿Qué es la Osteopatía?

Cada vez más conocida y solicitada, la Osteopatía es una disciplina en auge. Sin embargo, al hablar con mi entorno, me doy cuenta de que muchas veces no se sabe exactamente qué es. Y tú: ¿lo sabes?

A pesar de que su descripción puede ser francamente extensa, intentaré centrarme en los puntos clave que puedan dar una idea general acerca de sus bases, su objetivo y su metodología de trabajo.



La Osteopatía es un enfoque asistencial clasificado como medicina alternativa cuyo medio de tratamiento son únicamente las manos. Su fundamento es un profundo conocimiento de la anatomía y de su relación con la fisiología corporal, así como una visión global de la persona en relación con su entorno.

La Osteopatía observa a la persona como un todo en el que cuerpo, mente y entorno funcionan en conjunto y armonía para estar en buena salud. Si todas las funciones corporales colaboran de forma armoniosa a nivel bioquímico, mental, nervioso, circulatorio, metabólico, visceral, hormonal... la persona se mantendrá sana.

El osteópata busca la limitación de movilidad, los obstáculos que impiden una buena comunicación corporal, y los elimina mediante diferentes técnicas manuales.

Las bases

Las bases de esta disciplina fueron establecidas por su creador, A.T.Still, que formuló cinco principios básicos que son tenidos en cuenta en todo momento por el osteópata a la hora de realizar la valoración y el posterior tratamiento de la persona.

El cuerpo es una unidad: el cuerpo funciona como un todo en el que las diferentes estructuras corporales, mente y emociones funcionan en conjunto y deben ser complementarias.

Capacidad de autorregulación y autocuración: el cuerpo posee la capacidad suficiente para curarse. Cuando las fuerzas de defensa bajan o la agresión es demasiado fuerte, el paciente enferma, aparece el síntoma. Eliminando los factores perturbadores, el cuerpo es capaz de curarse por sí mismo.

Estructura y función: la estructura y la función están unidas, influyéndose mutuamente. La forma de una estructura define su funcionamiento, así como la función para la que está pensada una estructura, definirá su función. Es por ello que el osteópata, actuando sobre la estructura corporal, influirá en la función de la misma.

La ley de la arteria es primitiva: la sangre, circulando dentro de los vasos sanguíneos, es la encargada de llevar a todo el cuerpo los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento celular. Asimismo, es la encargada de eliminar los productos de desecho generados por el metabolismo de dichas células.
Es, por lo tanto, preciso que la sangre circule a lo largo del cuerpo sin obstáculos. Allí donde la sangre llegue con dificultad, los tejidos estarán peor nutridos y no podrán eliminar los detritos, facilitando la aparición de la enfermedad.

El movimiento es vida: el movimiento es la característica principal de la vida. Es necesario para la buena circulación de los líquidos dentro del organismo, así como de los impulsos nerviosos. Cuando una zona pierde su capacidad de movilidad, representa un obstáculo a la libre circulación de los líquidos, con lo que no llegarán suficientes nutrientes y oxígeno a los tejidos y se perderá la capacidad de eliminación de los residuos generados en el funcionamiento celular. La consecuencia es la facilidad para la aparición de la enfermedad.

Para qué sirve

  • Trastornos digestivos funcionales: dispepsias, estreñimiento, colon irritable, gases...
  • Trastornos genitourinarios: cistitis de repetición, incontinencias urinarias, dismenorreas...
  • Trastornos respiratorios: sinusitis, tos no productiva...
  • Trastornos musculo-esqueléticos: cervicalgias, lumbalgias, dorsalgias, contracturas musculares, tendinosis...
  • Prevención.
  • Otros: estrés, cefaleas tensionales...

Cómo saber si estás ante un osteópata

A pesar de que en Europa la Osteopatía es una profesión de primera intención, es decir, es una profesión independiente con estudios universitarios propios, en España todavía no es así. Por lo tanto, mientras esté en proceso de regulación, lo aconsejable es que tu osteópata tenga, además, unos estudios sanitarios reconocidos (fisioterapia, medicina). Esto te garantizará unos conocimientos sanitarios mínimos para que tu salud no corra riesgo. Además, te asegurará que la formación que realice posteriormente será de “calidad”.

Una forma bastante fácil de diferenciar un osteópata del que no lo es, es su metodología de trabajo. Un osteópata va a realizar en todas las consultas a las que acudas una exhaustiva valoración previa al tratamiento. Si, cuando llegas a la consulta, te tumbas en la camilla, y te manipula sin más, o siempre utiliza la misma secuencia de tratamiento, desconfía.

Otra forma relativamente sencilla de reconocer a un osteópata es que te va a observar en tu conjunto y te va a tratar en consecuencia, es decir, a pesar de que la parte músculo-esquelética (músculos, articulaciones, huesos…) es muy importante en el tratamiento, también tendrá en cuenta otras estructuras corporales que son igualmente influyentes en el bienestar de la persona (vísceras, cráneo…).


Esperando ser de ayuda, 
aldaoregueira

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