Esta es una pregunta que me plantean a menudo mis pacientes cuando acuden a mi consulta con una queja de dolor (en este caso cervical) y me centro en su abdomen. Solemos creer que el dolor indica un problema local, en la zona dolorosa. Sin embargo el organismo es muy complejo y, en ocasiones, el dolor en una zona es indicativo de un problema más alejado.
Intentaré dar una explicación
(espero que simple) de por qué una tensión en la zona hepática puede provocar
dolor cervical, aunque también está relacionado con dolores en otras zonas, que
explicaré en otras entradas.
Vamos a empezar por un poco de anatomía simple
Imagina a tu hígado envuelto en
una bolsa (cápsula de Glisson). Esta bolsa con su contenido se sitúa debajo del
diafragma, al que está unida mediante ligamentos y éste, a su vez, está
“pegado” a las bolsas en las que se encuentran los pulmones (pleura) y el
corazón (pericardio). Tanto la pleura como el pericardio poseen ligamentos que
los anclan a las vértebras cervicales. De esta forma se crea una cadena de
tejidos que enlaza el hígado con la columna cervical.
El hígado, como todas las
vísceras del cuerpo, tiene una capacidad de movimiento. Esto es, cuando tú te
mueves el hígado tiene que ser capaz de moverse con respecto a las estructuras
vecinas para permitirte la movilidad y para que él mismo se adapte a las
posturas que vas adoptando. Esta capacidad de deslizamiento es vital para un
óptimo funcionamiento del órgano.
Mecanismos de dolor
-Causa mecánica: cualquier
tensión o limitación de movilidad a nivel del hígado se transmitirá, a través
de los ligamentos que lo sustentan, al
diafragma y, a través de este y de sus relaciones con pleura y pericardio, a la
columna cervical. Esto ejercerá una tracción sobre las cervicales que supondrá
una sobrecarga y desencadenará dolor.
-Causa nerviosa: la tensión provocada por el problema hepático irritará al diafragma, cuya función está controlada por el nervio frénico. Este nervio nace en la columna cervical y va a enviar ramas a determinados músculos del cuello, pleura y pericardio. La falta de movilidad hepática creará tensión del diafragma, que ejercerá tracción sobre este nervio irritándolo, por lo que se volverá “hiperactivo” y provocará contracturas a nivel de la musculatura cervical sobre la que tiene acción. Y, ¿quién no conoce lo dolorosas que pueden llegar a ser las contracturas?
-Causa química: un hígado congestionado, enlentecido, frenado, no podrá cumplir correctamente su función de eliminador de las toxinas que ingerimos con los alimentos, los medicamentos, residuos del metabolismo celular, hormonal etc. Estas toxinas permanecerán entonces en el interior del organismo, depositándose en los tejidos y provocando su inflamación. Y, como bien es sabido, inflamación igual a dolor.
-Causa nerviosa: la tensión provocada por el problema hepático irritará al diafragma, cuya función está controlada por el nervio frénico. Este nervio nace en la columna cervical y va a enviar ramas a determinados músculos del cuello, pleura y pericardio. La falta de movilidad hepática creará tensión del diafragma, que ejercerá tracción sobre este nervio irritándolo, por lo que se volverá “hiperactivo” y provocará contracturas a nivel de la musculatura cervical sobre la que tiene acción. Y, ¿quién no conoce lo dolorosas que pueden llegar a ser las contracturas?
-Causa química: un hígado congestionado, enlentecido, frenado, no podrá cumplir correctamente su función de eliminador de las toxinas que ingerimos con los alimentos, los medicamentos, residuos del metabolismo celular, hormonal etc. Estas toxinas permanecerán entonces en el interior del organismo, depositándose en los tejidos y provocando su inflamación. Y, como bien es sabido, inflamación igual a dolor.
¿Qué hacemos los osteópatas?
Cuando, tras una exploración
global del cuerpo, llegamos a la conclusión de que debemos actuar sobre el
hígado, las técnicas empleadas irán enfocadas, como todas las técnicas de
Osteopatía, a restablecer su normal movilidad.
Nuestra meta será la de relajar
los medios de sostén del órgano con el objetivo de restablecer su normal libertad
de movimiento y, por lo tanto, su capacidad para ejercer su función de
desintoxicante del organismo. Esta relajación de los ligamentos reducirá la
tracción ejercida sobre las estructuras vecinas y, a través de ellas, sobre las
cervicales. Asimismo, se revisarán las zonas de la columna de las que parten
los nervios encargados de enviarle las señales que controlan su función.
Liberando la movilidad de esas zonas, se mejorará la conducción nerviosa y, por
lo tanto, la función hepática se podrá realizar de forma más adecuada.
Curiosidades acerca del hígado
-Es el segundo órgano
más pesado, después de la piel, con 2,3 a 2,5 kg cuando está lleno de sangre.
-Puede contener
500-900gr de sangre en su interior.
-Su temperatura interna
es más elevada que la del resto del organismo. Esta temperatura se usa en
criminología para determinar la hora aproximada de la muerte de la persona.
-Es el único órgano que
se puede regenerar a partir de una porción.
-Sin Selenio, el hígado
no podría funcionar.
-Sin él no podríamos
vivir, ya que es el encargado de limpiar nuestro organismo.
-Cumple más de 500
funciones vitales.
Esperando ser de ayuda,
aldaoregueira
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